Herramientas de difusión


Cómo alimentaron otras prácticas sociales

Convocatorias

Invitaciones a actuar

Desde sus inicios, los recordatorios de Página/12 conjugaron una doble función. Por un lado, cumplen el rol que su propio nombre describe: como sostén diario de la memoria, recuerdan y conmemoran a las víctimas al mostrar sus caras y sus nombres junto a las noticias de la actualidad. A su vez, el acto de recordar es acompañado, en la mayoría de los casos, por el reclamo de verdad y justicia. La lucha de los familiares y organismos de Derechos Humanos se vio plasmada en los textos de los recordatorios desde el primero publicado por Estela y en cada uno de los que le siguieron desde entonces hasta la actualidad. Pero con los años, quienes publican fueron encontrando otros usos y funciones en los recordatorios. Muchos transformaron ese espacio en una herramienta para la difusión: los textos, además de conmemorar, además de exigir y reclamar, empezaron a invitar. Sobre todo a partir del cambio de milenio –aunque hay también algunos casos en la década de los noventa-, son cada vez más los recordatorios que incluyen convocatorias a distintos tipos de eventos, que son utilizados como un medio para difundir actividades e invitar a los lectores a participar.

Gandhi, Gerente de Extensión Cultural de Página/12, resalta que fue por la propia inventiva de los familiares y amigos que apareció este nuevo uso de los avisos. La Comisión de Homenaje a las Víctimas de Vesubio y Protobanco fue uno de los primeros en utilizar la publicación para invitar a los actos que realiza todos los años como homenaje a los 30 mil desaparecidos. Syra Franconetti, madre de desaparecidos y miembro de la Comisión, cree recordar que la iniciativa de hacer recordatorios nace a partir de la publicación de la convocatoria al acto: “probablemente debe haber surgido con las invitaciones que se hacían a los actos”. Syra explica que “nosotros sacamos la invitación para la concurrencia al acto en Página/12 y pienso que debe haber estado relacionada la publicación de la invitación al acto con la publicación semanal de los recordatorios de nuestros desaparecidos”, “se tuvo la idea de que los desaparecidos cuyos secuestros se cumplía en esas fechas se empezaran a incluir”. Así, ya desde finales de los noventa, aparecen recordatorios firmados por la Comisión, dedicados a distintos desaparecidos que pasaron por Vesubio, en los que al pie del texto se lee: “Sus compañeros, familiares y amigos lo tenemos presente como ejemplo de compromiso con su pueblo y le rendiremos homenaje y con él a los 30.000 detenidos-desaparecidos”, agregando los datos de la fecha, hora y lugar.

Más adelante, con el correr de los años y la reapertura de los juicios, el mismo colectivo comenzó a comunicar información de las distintas audiencias, invitando a la gente a concurrir a Tribunales. “En el desarrollo de este último juicio, del único juicio que se hizo por puente 12, íbamos poniendo la invitación a la participación a las audiencias y tuvimos mucha respuesta con eso”, comenta Syra. El 8 de octubre de 2017, cuatro días antes de que comience el juicio, se publica un recordatorio anunciando el inicio de las audiencias: “el jueves 12 de octubre se iniciará la primera jornada del juicio oral por Puente Doce, en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py. Compañeros, los esperamos”. Semanalmente, y de forma casi ininterrumpida, siguieron publicando los recordatorios incorporando información sobre el juicio e invitando a presenciarlos. Un año después, el 7 de octubre de 2018, acompañando una publicación con cinco nombres de desaparecidos secuestrados en octubre del 76, se consigna la hora y lugar de la siguiente audiencia y se invita, nuevamente, a los lectores: “Los juzga un tribunal, los condenamos todes. Vení a acompañarnos”. Las semanas siguientes, los recordatorios del 14 y 21 de octubre anuncian, finalmente, la lectura de la sentencia. Este seguimiento de los juicios en los recordatorios publicados por la Comisión también se dio en 2011 y 2014. Al pie del recuadro, semana a semana se incluía la información de las audiencias del primer y segundo tramo del juicio por Vesubio, desde sus inicios hasta las sentencias.

Si bien el uso de los recordatorios para la difusión de los juicios fue, hasta ahora, casi exclusivo de la Comisión de Vesubio, son muchos los familiares, compañeros y organismos que comunican la realización de actos u otras actividades conmemorativas a través de los recordatorios. Uno de los ejemplos más frecuentes es la publicación de recordatorios que anuncian la colocación de las, comúnmente llamadas, baldosas por la memoria. Esta iniciativa nació en el barrio de Almagro en el año 2005 impulsada por el colectivo Barrios x Memoria y Justicia y se fue extendiendo por distintas ciudades de todo el país. Generalmente, la colocación e inauguración de cada una de las baldosas -que recuerdan a uno o más desaparecidos en sus lugares de trabajo o de estudio, en sus casas, o en los puntos donde fueron secuestrados o vistos por última vez- se realiza en el marco de un acto dedicado a la memoria de las víctimas, en el que suelen participar familiares y referentes de los organismos. Estas actividades se ven plasmadas en los recordatorios que, junto a los nombres y las fotos de las personas homenajeadas, incluyen el día y el lugar en el que se llevan a cabo, convocando a participar. En mayo de 2017, a cuarenta años de la desaparición del bioquímico Oscar Segal, sus familiares se reunieron en su casa de Flores donde fue secuestrado para colocar una baldosa. Sus primos, Jorge y Carlos Gurbanov, que todos los años publicaban un recordatorio en el diario comentan que ese año decidieron incluir la invitación al acto: “en el recordatorio anual incorporamos el texto de la colocación de la baldosa (…) y sí tuvo repercusión porque vinieron varias personas que lo conocieron a Oscar y que vinieron a través del anuncio de Página/12”. Carlos recuerda con emoción particularmente el caso de una compañera de Oscar en el Hospital Piñero que había sido la partera en el nacimiento de la hija de Oscar con quien se reencontró en el acto, al que se acercó por haber visto la publicación en el diario. Algunas veces los recordatorios pueden formar parte de esos actos. Cintia Ini, que con un grupo de amigos publica todos los años un recordatorio por los hermanos Lila y Claudio Epelbaum, conserva unas gigantografías de algunos de los recordatorios publicados que llevaron al acto de colocación de la baldosa dedicada a los hermanos secuestrados en Uruguay.

Otra de las menciones que más se encuentran en este tipo de recordatorios es la referencia al incansable trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense que aún hoy, a más de cuarenta años, sigue identificando desaparecidos y restituyendo los restos a las familias. Los familiares y compañeros de los desaparecidos restituidos, que finalmente tienen la oportunidad que les fuera negada por tantos años, anuncian la identificación a través del espacio concedido por el diario e invitan a acompañarlos a despedir los restos. También en estos casos, se suele mantener el formato tradicional del recordatorio publicado todos los años, agregando la información sobre la restitución de los restos y el acto elegido para la conmemoración, generalmente acompañado del agradecimiento y reconocimiento al trabajo del EAAF.

Esos son algunos de los casos más comunes, pero las invitaciones que realizan los recordatorios son tan variadas como las formas que van encontrando a lo largo de los años de mantener viva la memoria: actos realizados en los lugares de estudio o de trabajo, en los territorios y espacios de militancia, en sitios de memoria; siluetazos, pegatinas y otras actividades artísticas; restitución de legajos; marchas y movilizaciones. Los recordatorios, usados de esta manera, fueron adquiriendo esta peculiar característica de ser una forma de recordar que, al mismo tiempo, difunde e invita a otras conmemoraciones; persiguiendo su fin original de sostener la lucha por memoria, verdad y justicia.